Érase una vez una mujer que, aprovechando las rebajas, decidió hacer a su familia un gran regalo: un deslumbrante televisor inteligente de última generación. El encargado de la tienda le había confirmado que era una elección magistral. “Señora, se trata sin duda alguna de un gran acierto. La televisión del futuro, ahora en su hogar”. La mujer pensó que su familia se lo merecía. Una televisión que aunaba las características de la tele convencional con la integración de internet y acceso a plataformas digitales y contenidos exclusivos… ¡Y todo a un precio de risa! ¡Por supuesto que su familia se lo merecía! La señora, contentísima con su adquisición, se marchó a casa. A los pocos días regresó a la tienda. Quería hablar inmediatamente con el encargado. - La televisión inteligente que me vendió no funciona bien – dijo sin preámbulos y muy enfadada al dependiente. - Vaya, lo siento… Qué raro. Esta tecnología no suele dar problemas. Exactamente, ¿qué es lo que