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Mostrando entradas de julio, 2021

HUGO Y LA LUNA

A nuestro amigo Hugo, que es capaz de soñar con los ojos abiertos. Hugo todavía no había cumplido los dos años y ya estaba completamente enamorado. Perdidamente enamorado de la luna. Tan enamorado, tan enamorado que todas las noches esperaba impaciente la visita de su amada que, presumida, se acercaba puntual hasta su ventana. Por eso Hugo no dormía por las noches.  La vanidosa luna no siempre acudía a la cita con Hugo y no sólo porque, engreída como era, le gustase hacerse de rogar, no. Hay que entenderla: No todas las noches era capaz de recordar el camino que le conducía a Hugo y además, desde la inmensidad de la altura celeste, todas las casas le parecían iguales. En otras ocasiones eran las nubes las que obstaculizaban su vista.  Cuando esto último sucedía, Hugo y su abu habían inventado un truco infalible que despejaba el cielo inmediatamente y permitía que la luna brillara de nuevo entre la bruma nebulosa. Bueno, un truco casi infalible: Con sus pequeñas manos Hugo lanzaba una c

JUGANDO A LAS DIFERENCIAS

  - ¿Jugamos a buscar las diferencias? - ¡¡¡¡Sííííí!!!! - ¡Estupendo! Empezamos... - Los niños de la foto de la izquierda son pobres y llevan ropas harapientas. El niño de la derecha viste elegantemente y a mí me parece mucho más guapo... - Los niños de la izquierda son negros y el de la derecha es blanco... - Los niños de la izquierda están en un campo lleno de arena, polvo y piedras. El niño de la derecha está en su elegante habitación sentado en un cómodo sillón mientras juega a un videojuego de fútbol... - Los niños de la izquierda juegan con un balón hecho de trapos y telas viejas. El niño de la derecha juega con una flamante consola de nueva generación... - Los niños de la izquierda van descalzos. El niño de la derecha lleva las zapatillas más caras de la tienda... - Los niños de la izquierda están muy flacos y parecen correr muy rápido. El niño de la derecha no... - Los niños de la izquierda se están divirtiendo y sonríen. El niño de la derecha está aburrido y triste... Y solo.

INÉS TEMPERINA Y EL DESPERTADOR

  Una tarde, paseando por las afueras de su pueblo, Inés Temperina escuchó unos amargos sollozos que procedían de un rincón apartado. Curiosa, acudió hacia el lugar del que provenían los misteriosos sonidos y, ¿sabéis lo que encontró? Escondido entre unos matorrales descubrió un destartalado despertador que, asustado y con lágrimas en su esfera de cristal, le contó a Inés Temperina su triste historia. “Yo era un gran despertador antiguo”  - comenzó a decir con una chillona voz acampanada. “El orgullo del taller artesano donde fui creado y durante muchos años serví con extremada puntualidad en multitud de hogares. Hasta que un día me di cuenta de que el cumplimiento de mi función suponía un fastidio para los demás: los niños, interrumpidos en lo mejor de sus sueños, se enfadaban conmigo cuando los despertaba bien temprano para ir al colegio; los adultos me golpeaban con violencia para que detuviera mi ensordecedor canto... ¡Y yo sólo pretendía que no llegaran tarde a sus obligacione