El auténtico árbol de Navidad de Gonzalo El otro día paseando por la sierra de mi pueblo encontré un pino precioso adornado con bolas y guirnaldas de Navidad. Al acercarme, curioso ante tanta belleza, encontré un papel atado al tronco del árbol que decía: "Aquí llegó un día de diciembre con su bici nueva Gonzalo, incansable ciclista y convencido soñador. Temiendo que alguien pudiese talar este hermoso pino para llevárselo a su casa, decidí volver al día siguiente cargado de adornos navideños y lo decoré. Así nadie lo cortaría. Desde ahora este árbol de Navidad pertenece a todos los niños y niñas del mundo. Y también a todos aquellos que todavía conservan la mirada inocente de los niños". Y adjuntaba un dibujo aclaratorio con estas palabras: "Pido a los Reyes Magos que la Navidad dure todo el año". Y yo, simple transmisor de esta historia, juro solemnemente por Inés Temperina y por el Conejo de Pascua que este cuento sucedió exactamente así. Marcelo Morante 28/XII