Una mañana, Papá Noel se levantó como siempre muy temprano y, asombrado, encontró justo delante de la puerta de su casa en el Polo Norte un hermoso cactus plantado en mitad de la nieve.
Al acercarse al cactus, se dio cuenta de que alguien había dejado una carta para él.
¿Queréis saber lo que decía la carta? ¿Sí? Pues os lo cuento.
Escrita con una preciosa caligrafía y con sólo alguna pequeña falta de ortografía, la carta decía:
"Querido Papá Noel:
Mi nombre es Sofía, tengo cinco años y casi siempre me porto muy bien.
Todos los días me propongo hacer realidad las cosas difíciles: hacer reír al que llora, jugar con el que está solo y hacer felices a los demás mientras bailo. Incluso he conseguido que crezca un cactus en el Polo Norte. Y no ha sido fácil.
Quiero sólo una cosa para esta Navidad: Me gustaría que me ayudases a conseguir la paz en el mundo, porque yo sola no puedo, ¡y mira que lo he intentado! Pero el mundo es muy grande y los hombres muy avariciosos.
Sólo eso quiero para esta Navidad.
Bueno, la paz en el mundo y algún que otro juguete, porque me porto muy muy bien.
Firmado: Sofía".
Y Papá Noel, regesó a casa corriendo para vestirse con su traje rojo y blanco y ponerse inmediatamente en marcha con los renos y el trineo.
La carta de la pequeña Sofía lo había convencido.
Sofía y Papá Noel tenían mucho trabajo.
¿Los ayudamos?
(Ilustración de la gran Ivonne P.)
Marcelo Morante
2/XII/2023
Comentarios
Publicar un comentario