A mi amigo Adrián, el auténtico tamborilero valiente. El otro día, mientras colocaba el Belén de mi casa, la figurita de un pequeño tamborilero me susurró al oído su historia. Y ahora, si queréis, os la cuento yo a vosotros. El pequeño tamborilero de mi Belén, cuando nadie miraba me contó que procedía de un reino muy muy lejano y que en ese reino muy muy lejano, había trabajado durante mucho tiempo como soldado tocando el tambor. Y como en su reino siempre habían muchos problemas y sus habitantes no conseguían solucionarlos mediante el uso de las palabras, al pequeño soldado tamborilero nunca le faltó el trabajo. Hasta que un día, cansado de tanta guerra y de tanta destrucción, el pequeño soldado se saltó la orden de su general de pasar al ataque y tocó a retirada, mandando a todo su ejército a casa para que disfrutaran de la familia durante la fiestas de Navidad. El pequeño tamborilero, me contó entre lágrimas que esa misma tarde fue expulsado de su reino y que el Rey le pr...