Una vez que la gallina Cuca se había librado para siempre de los barrotes del gallinero y comenzaba a descubrir el mundo, llegó, casi sin darse ni cuenta, al lejano lejanísimo País de los Cangrejos.
Allí, con gran sorpresa, descubrió que todos los habitantes de este curioso país andaban hacia atrás y caminaban sin ver hacia dónde se dirigían, así que en muchas ocasiones se chocaban y tenían un montón de accidentes.
Pese a todo, y ante su sorpresa, los cangrejos continuaban caminando hacia atrás.
Así que, la gallina Cuca intentó convencerles de que sería mucho mejor que caminasen hacia adelante, mirando bien donde ponían las patas para evitar golpes y colisiones.
Uno de los cangrejos, muy serio, le dijo a la gallina Cuca:
- Si aquí siempre se ha caminado hacia atrás por algo será...
- Mi padre y mi madre siempre han caminado hacia atrás. Y antes de ellos también caminaron hacia atrás mis abuelos y bisabuelos... - respondió enfadada una cangreja que venía de la playa.
- No seré yo el primer cangrejo en deshonrar la antigua tradición de caminar hacia atrás... -añadió un cangrejo que lucía una aparatosa venda en su cabeza.
Y la gallina Cuca entendió que no había nada que hacer y despidiéndose de los cangrejos se dirigió hacia otro país.
Marcelo Morante
8/V/2025
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