A mi querida amiga Angie Cuentacuentos, apasionada de la infancia y enorme soñadora.
Apapachos.
A la pequeña soñadora le encantaba la lluvia.
Cuando llovía, se quedaba embelesada delante de la ventana de su cuarto observando cómo caían las gotas de agua y éstas iban, poco a poco, mojando todo en el exterior.
Y cuando paraba de llover, a la pequeña soñadora le gustaba salir a pasear por el campo y disfrutar del olor a tierra recién mojada.
Dicen que una vez, tras una de esas jornadas de lluvia, el caminante encontró a la pequeña soñadora muy atareada en mitad de un camino.
La niña, ensimismada, no paraba de agacharse, recoger algo del suelo y llevarlo hasta la orilla del sendero.
El caminante, sin entender lo que estaba ocurriendo, le preguntó a la pequeña:
- ¡Hola! ¿Se puede saber qué es lo que estás haciendo?
- Sí, claro... Es muy sencillo: Recojo los caracoles que han salido con la lluvia y los llevo hasta la orilla del camino antes de que los coches los aplasten. ¿No lo ves?
El caminante, atónito ante la respuesta de la soñadora, continuó:
- Pero, ¿no te das cuenta de que es imposible salvarlos a todos? Nunca conseguirás poner a salvo a todos los caracoles de todos los caminos de todos los pueblos del mundo…
- Claro que no - contestó muy seria la pequeña soñadora - Pero, al menos, sí que habré salvado a éste…
Y diciendo esto, depositó cariñosamente en la orilla del camino el caracol que llevaba entre sus manos.
- Si me ayudas - continuó la pequeña soñadora - salvaremos el doble de caracoles…
Y el caminante, sonriendo después de mucho tiempo, ayudó a la pequeña soñadora.
Marcelo Morante
8/XI/2022
Querido Marcelo: nunca, en mi vida, me imaginé que alguien me dedicaría un cuento tan hermoso, caramba que me has hecho soltar unas lágrimas como la lluvia del cuento.
ResponderEliminarMe han dedicado canciones lindas, pero un cuento, jamás. Te agradezco de todo corazón, y te pido permiso para contarlo en mi programa. Dios te recompense por toda tu labor y por tu pluma que corre por las páginas para hacer volar a varios con la imaginación.
Con cariño Angie Cuentacuentos