El otro día, al salir de casa, me encontré con una tortuga que lloraba desconsoladamente.
⁃ “¿Qué es lo que te pasa?” le pregunté alarmado.
⁃ “Perdí una carrera con la liebre” respondió muy seria la tortuga.
⁃ “Lo normal, ¿no?” añadí yo.
⁃ “No cuando has leído muchos cuentos…” sentenció apesadumbrada la tortuga.
Y dándose media vuelta se alejó lentamente.
Marcelo Morante
6/VII/2022
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