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EL CAMINANTE

 


Durante una de sus largas travesías en busca de no se sabe muy bien qué, el caminante encontró un pozo en su camino. Asomándose al borde comprobó horrorizado que el pozo era muy profundo y que la oscuridad que albergaba en su interior era enorme. Tan grande, tan grande que, corriendo sin mirar atrás se alejó de aquel lugar.

Esbozando una amarga sonrisa pensó que no quería volver nunca más a pasar por ese camino.


Marcelo Morante

6/V/2022

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