El otro día, durante el recreo, asistí a una escena maravillosa.
Dos niñas jugaban entretenidamente a un pasatiempo muy hermoso llamado "¿Te imaginas...?" El juego en cuestión consistía en que cada una de las niñas, por turnos, proponía un pensamiento bello que le gustaría que se hiciera realidad sin tener en cuenta su dificultad. Aunque fuera casi imposible de conseguir.
La primera de las participantes en el juego, una pequeña niña morena con los ojos enormes llamada Nela Ricci, dijo a su compañera:
- ¿Te imaginas que la Navidad durase todo el año?
A lo que su amiga Inés Temperina, una niña con gafas y zapatillas chulísimas de color blanco, respondió:
- Y tú, ¿te imaginas que siempre fuese el día de tu cumpleaños?
- O que las vacaciones de verano durasen trescientos sesenta y cinco días, ¿te imaginas? - propuso otra vez Nela Ricci con entusiasmo.
- O que el recreo fuese eterno... Sería chulo, ¿te imaginas? - gritó de nuevo feliz Inés Temperina.
Pero el recreo, desgraciadamente, todavía no era eterno y un poco antes de que terminase pasó por allí el implacable profesor Puntino con su aburrida aura gris, el color más triste del mundo, y muy serio les dijo a las niñas que se dejaran de tonterías y que pusiesen de una vez por todas los pies en la tierra, que en el mundo real no había lugar para los sueños.
Pero a mí, que estoy siempre en las nubes, me encantó tanto el juego que desde entonces no paro de proponerme a mí mismo cosas difíciles que me gustaría poder hacer realidad algún día. Porque estoy convencido de que las cosas difíciles son las que realmente vale la pena intentar.
Así que me propuse algunos sueños casi imposibles de conseguir:
- ¿Te imaginas que los niños aprendiesen riendo en clase?
- ¿Te imaginas que el brillo de los ojos que tienen los niños el primer día de clase durase todo el curso?
- ¿Te imaginas que los niños aprendiesen sin la necesidad de tener que hacer exámenes?
- ¿Te imaginas...?
Y en ello estoy.
Bueno, en eso estamos, porque afortunadamente no estoy solo.
¿Te imaginas que hubiese más niños como Nela Ricci e Inés Temperina?
Marcelo Morante
28/I/2021
El poder de la imaginación... Un castillo inexpugnable.... Por cierto Nela debe estar súper contenta. Felicitación por la mención especial en el concurso de cuentos.
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