Cuando la gallina más valiente y el único lobo vegetariano del mundo llegaron al País de los Libros fueron recibidos por la más alta autoridad de aquel país: la bibliotecaria. La bibliotecaria era un curioso personaje envuelto en un aura de misterio y con una mirada luminosa y bondadosa. Su edad era todo un enigma. Podría tener veinte como podría tener casi sesenta años. La bibliotecaria pertenecía a esa rara especie que algunos llaman ángeles y que son capaces de convertirse en adultos sin envejecer y sin dejar nunca de sonreír con la inocencia de los niños. Alegremente, les mostró cada uno de los barrios que componían el fascinante país de los libros. Había un barrio con colores llamativos donde vivían felizmente todas las novelas juveniles. También les enseñó otro barrio en el que convivían divertidos entre inocentes juegos los libros infantiles. En otro barrio había una colección increíble de cómics y también existía un barrio oscuro y tenebroso en el que, entre las som...